Caminante

El oleaje del pasado está marcado en mi rostro tendiendo a dificultades de poca fe, largos viajes, carcajadas espinosas y llantos que varían entre risa y caricia.

Por aquellos que liberan luces e iluminan voces ocultas, por aquel grupo de luciérnagas que deciden hacernos ver la oscuridad con tierna sonrisa otorgando armonía y sintonía, dando seguridad a la belleza poco distinguida.

Lamento no lo que digo;

Lamento no mis actos;

Lamento no los segundos;

Lamento no los momentos extrovertidos carecientes de rostros alegres ni tampoco los momentos exagerados de largas alegrías, no... Lamento más, mucho más, el querer de manera tal que constantemente logro olvidar mi nombre.

Por nosotros que entre estrellas fugaces deseamos no desear ya que lo que se desea se obtiene solo en sueños, y yo...definitivamente, estoy harto de soñar.

Por las sonrisas que ocurren entre el caos y lo lamentable haciéndonos recordar que el futuro es incierto y nuestras vidas continúan queramos o no.

Porque yo, que estoy entre aquellos que no pertenecemos a una multitud, a un causa o sociedad discreta, soy de aquellos que viajamos entre dos mundos; caminantes entre lo real y lo ficticio.

Soy caminante, como vos, rezándole al cielo día a día... mi querer querer.