Lagunas

Estoy bajo en azúcar, me hace falta de la dulzura que alimenta tu aliento. Tu sabor y sonrisa, tu calor y caricia; te escapas y vuelves y no logras verme mas. Como estrella fugaz que pasa y miles de millones de deseos pedidos, de cada uno, uno de cada millón se cumple. Ansias por calor y afecto, friolentas son mis noches descartada la compañía. ¿Es acaso la chispa de la guerra de los quereres del corazón que no sean sentidos fieles? ¿Palabras vacías? Deseos no más que carnales existen, ansias por el sentimiento…quiero ahogarme en su charco.

Limitante es mi deseo que de vez en vez brinca los precipicios de la perdición.

Liberador como si mismo, como mirar a la luna cantando su canción.

Un aullido a la nada, esperando por ser escuchado.

Ignorando la caricia cercana y el sentimiento persistente.

¡Maldición! ¡¿Qué es sentir?!

No sé hacer mas nada más que fingir…

Me disculpo con el mundo, no caminamos en la misma cuerda.

Por la cuerda que caminan todos, es con la cual me siento atado.

Sigo bajo de la presión, me hace falta del dolor que impulsa las rodillas para levantarse. Tu golpe y malicia, tu llanto y risa; me escapo y vuelvo, no lograre verte más. Como volcán a punto de erupción y los sueños hechos trizas, pedazos como si desear fuese un error, que mejor nunca haberlo deseado hubiese sido la mejor decisión. ¿Es esta tu oportunidad? Si deseas algo lo veras morir, sea verlo logrado o verlo fallado, la decisión es tuya.

Dando los pasos de la silla a la puerta con filosos pensamientos que ocurren en el medio segundo que me toma cerrarla, el roce de la madera y el sonido del televisor… he aquí yo despertando nuevamente.

No es más que ilusión el pensamiento de soledad y fracaso.

No es más que ilusión las dudas y los alborotos.

No es más que ilusión saber que tú no estás a mi lado…

Sabiendo bien que te encontraré, lo doy por cierto.